Muchas empresas piensan que la innovación es algo que no se puede implementar, sea por desconocimiento o porque puede parecer un proceso complejo. Algunas PYMES pueden malinterpretar la palabra "innovación" simplificando el concepto en la creación de nuevos productos o servicios.
Tenemos por ejemplo, la innovación operativa que está vinculada con la búsqueda preeminencia en la calidad de la infraestructura de los sistemas informáticos de la empresa. En este tipo de innovación encontramos un ejército de consultoras dedicadas a transferir las mejores prácticas de las empresas exitosas hacia aquellas con oportunidad de incrementar su rendimiento. Por otro lado, la innovación estratégica supone modelos empresariales audaces para enfrentar al mercado en el que estamos compitiendo. Un ejemplo emblemático es el de Ryanair, la primera aerolínea de bajo costo en Europa. A nivel administrativo, la innovación parte del pensamiento Fordista, quien a través de General Motors alguna vez fueron pioneros en la innovación administrativa en el primer cuarto del siglo XX. Este tipo de innovación plantea desafiar los retos que el futuro nos propone y convertir la innovación en un trabajo de todos los días, creando un entorno laboral atractivo que inspire a la gente a dar lo mejor de sí mismos. Para afrontar los desafíos que enfrentan las PYMES en un mercado cada vez más demandante y competitivo, se necesita hacer las cosas diferente. Innovar es la única manera de sobrevivir en un mundo de mercados agresivamente cambiantes. Transformar una PYME en una empresa ágil, veloz e innovadora, significa efectuar un abordaje sistémico que nos permita otorgarle la competitividad suficiente para posicionarse en el mercado con un producto o servicio diferenciador. Ello debe estar apoyado en la productividad de la PYME. La única manera de lograrlo en un contexto inestable, turbulento y cargado de incertidumbre es aplicando un proceso de innovación permanente. De esta manera, el término INNOVAR se convierte en una palabra imposible de ignorar en el vocabulario PYME.
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Fuente: Entrepreneur En el mercado actual, hay desconcierto sobre el ciclo de vida de los productos gracias a que la globalización e Internet han eliminado las barreras de comercio entre diferentes países lo que ha dado lugar a una gran competencia en la mayoría de las industrias. En este entorno, la innovación juega un papel primordial para las empresas que quieren sobrevivir y mantenerse a la vanguardia. Incluso en tu PYME, puedes motivar e impulsar la innovación. Te damos cinco ideas para innovar, aun en tu pequeño negocio: 1. Nada contracorriente ¿Todos en tu industria están haciendo las cosas de la misma manera? Quizás hay alguna necesidad que nadie está satisfaciendo, una oportunidad en el mismo mercado que nadie ha aprovechado. Hacer investigaciones de mercado constantemente te puede dar una idea de qué es lo que los consumidores están buscando. Un pequeño cambio puede ser la gran diferencia para tu negocio. 2. Combate tu miedo al cambio Como consumidores buscamos constantemente cosas nuevas y emocionantes, ¿por qué no lo hacemos en nuestra empresa? Muchas veces los empresarios temen implantar nuevas ideas pues no saben si éstas funcionarán o se convertirán en un fracaso. Crea y promueve una cultura de innovación dentro de tu empresa en la que no sólo motives, sino celebres los cambios e invites a tu equipo a aportar iniciativas que modifiquen los procesos en tu organización. Recuerda que “lo único constante es el cambio”, por lo que es mejor que te adelantes a él y lo uses a tu favor. 3. Escucha a tus consumidores Si sientes que no tienes creatividad o no se te ocurren buenas ideas, tus clientes pueden ser tu mejor fuente de información. Hay algunas estrategias fáciles de ejecutar y de bajo costo que te ayudarán a saber qué piensan; por ejemplo, las encuestas en persona u online y los focus group. Ésta ha sido la clave de algunas grandes compañías como Procter & Gamble para la creación de numerosos productos. 4. Añade servicios inusuales No necesitas ser un inventor para innovar, sólo agrega a tu oferta un servicio poco común o no utilizado en la industria en la que te desarrollas. Por ejemplo, si tienes una farmacia puedes abrir un centro de manicure, una barra de jugos o una estación para cargar celulares, como lo hizo la afamada firma Duane Reade en Nueva York. Observa buenas prácticas de negocios de otros giros y busca la manera de aprovecharlos en tu negocio. 5. Sácale provecho a tu idea Si tienes una buena idea de negocio, busca la manera de promoverla, de mantenerla vigente y de darla a conocer. No te quedes como Kodak quien, después de inventar la cámara digital, no invirtió en la mejoría de su producto por lo que la competencia acabó con la marca. Si tu proyecto es bueno y vale la pena reinvéntalo y hazle los cambios necesarios para que tenga éxito a lo largo del tiempo. Nunca te “duermas en tus laureles”; nunca dejes de innovar. |
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